Wednesday, March 24, 2010

Camisas y ropa interior limpia...

Camisas y ropa interior limpia. Es lo que en alguna ocasión me dijo mi madre que sería necesario para todo viaje. Sus palabras resonaron en mi mente mientras empacaba mi último par de calcetines limpios antes de emprender mi viaje a casa por una semana.

Compras tu boleto solo unos días antes de la fecha del vuelo a un precio bastante razonable y económico. El significado de un vuelo económico es “llegarás a tu destino, pero no sin antes pasar por los peores asientos del avión, un mal servicio en el mismo, y por lo menos una escala donde tendrás que esperar el próximo año bisiesto antes de tu vuelo de conexión”… pero al final del día, te sientes feliz de haber sobrevivido a una larga espera en un aeropuerto más, y haber llegado a casa en una pieza.

Mi viaje se debió a la boda de una de mis mejores amigas. Yo, fotógrafo, le prometí capturar el evento más importante de su vida con mi cámara… nunca pensé que tendría que viajar dos días para llegar a él, pero así fue. Después de días en aviones y autobuses, llegué a mi destino y me di cuenta de una cosa. Vale la pena sufrir calamidades de transporte por un par de días, si al final del camino se encuentra tu familia y tus amigos. Más de dos personas cuestionaron mi cordura al preguntar “por qué razón cubres un evento de fotografía a miles de kilómetros de donde te encuentras… y además pagas por ello”, tengo que admitir que me pregunté lo mismo una y otra vez en las salas de espera y asientos incómodos, pero la respuesta es simple y la mencioné brevemente antes: Vale la pena por el hecho de ver a tu amiga desfilar hacia el altar; vale la pena por pasar un par de días con tu familia y tener una conversación con el viejo; vale la pena ver cuánto creció tu sobrina; vale la pena ver a tus amigos, aquellos con los que compartes sueños risas y recuerdos, solo por un momento. Por las personas, el motivo de tu viaje, no la excusa, por ellos vale la pena.

El tiempo pasa y tienes que volver. Te encuentras esperando la siguiente conexión en un aeropuerto. Pero la espera ya no es tan mala, porque los recuerdos y memorias llenan tu tiempo. Lo piensas un momento, y decides que es una experiencia digna de recordarse, y no solo eso, es digna de compartirse. Mientras la aeromoza anuncia que es tiempo de abordar, mientras observas a los pasajeros de primera clase entrar primero a la aeronave, tecleas en tu computadora con una sonrisa en tus labios, y decides que definitivamente… valdría la pena volverlo a hacer.

1 comment:

  1. Entiendo perfectamente TODOOOOO lo que dices... MAS cuando al final del dia dices "valio la Pena".
    Que daria yo por poder ir a Mexico y ver a mi familia y amigos aunque sea "por unos dias".
    Pero algun dia! Algun dia volvere... jaja.. un abrazo Pablo, espero que estes muy bien!

    Gracias por compartir un poquito de Ti!

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